El 2023 nos propone enormes desafíos desde la economía local y global. Sea cual fuere el tamaño de la organización que se lidere, habrá que estar muy informado y atento en cuanto se refiere a las decisiones a tomar. La visión de objetivos claros así como la definición del trayecto, requerirá que los integrantes de la empresa estén motivados, comprometidos y estimulados para alcanzarlos.
A partir de la pandemia las prioridades de vida que expresan las personas han cambiado, situación que se verifica y se acelera en la generaciones más jóvenes nacidas a partir de 1980 (engloba a millennials y centennials). Estas tendencias se ven a nivel global, independientemente de las dificultades propias que plantee el escenario en cuestión en nuestra geografía donde todo se distorsiona debido a la débil estructura de la economía.
Todo líder tiene que tener presente estas tres tendencias que marcarán a su fuerza laboral para adaptarse a ellas y hacerlas compatibles en su ámbito de negocios.
Queremos otra forma de trabajar. Y en muchos casos también obtener mejores resultados, tanto en lo económico como en la calidad de vida. Los paradigmas siguen cambiando y el líder que así lo entienda, podrá constituir equipos más exitosos en los que flexibilidad horaria, el trabajo por objetivos, la empatía grupal, una buena porción de home office, serán las características dominantes. Hay que pensar la relación con nuestros equipos de manera diferente.
Veamos lo que se impone:
1. Nano emprendimientos
Tal vez uno de los conceptos que hace tiempo están subyaciendo en las organizaciones y que ahora salió a la luz de forma enérgica es el de los “nano emprendimientos”, fenómeno que se aceleró a partir del fin de la pandemia con la conjunción del inicio laboral de la generación Z y el pensamiento del aprovechamiento de la vida individual de las personas. Otras aspiraciones, otras formas, diferente dedicación horaria, diversificación de actividades.
En niveles medios y altos es cada vez más común ver empleados, gerentes, directores que tienen inversiones en otras pequeñas empresas. Vemos también startarpers dentro del universo de empleados, también asociaciones con emprendimientos que hacen muchas de las personas que reportan formalmente a una empresa. Es decir coexisten dos o más trabajos, quizás uno más convocante que los otros. Como máximo exponente tenemos a quienes comercializan horas de conocimiento en otras empresas dentro de la semana laboral. En todos los casos estamos en presencia de nano organizaciones que utilizan tiempo y cerebro de manera concurrente en más de una empresa. El desafío es detectar y convivir con esto, sobre todo cuando los nano son centennials talentosos, con poco problema en dejar el empleo ante el menor desvío a sus pretensiones.
2. Oferta laboral global
Hoy el mercado laboral se amplió. Ya no se trata solo de buscar oportunidades en la propia aldea, sino de ver qué ofrece el mundo, porque en efecto el mundo ofrece posibilidades. Portales como LinkedIn y tantos otros, permiten mostrar currículum y habilidades más allá de las fronteras facilitando seleccionar perfilles que específicamente se estaban requiriendo. Si bien es muy común en las industrias de tecnología e informática donde desde cualquier parte del mundo se ofrecen tareas laborales y proyectos pagados en dólares (desarrolladores, programadores, etc.), esta tendencia de contratación externa que se verifica en la Argentina, también se extiende a otros mercados donde el conocimiento se puede adquirir por parte de la empresa oferente, sin necesidad de radicar al empleado cerca de la organización. Así tenemos, además de las habilidades de tecnología, otras demandas desde afuera como especializaciones en finanzas, economía, investigación, coaching, diseño, sociología e innovación.
3. Diversidad
Armar equipos diversos, con personas con características, habilidades, profesiones, visiones diferentes se convertirá en un imperativo para poder abordar a una sociedad que cada vez se vuelve más compleja y acumula demandas muy diferentes según varíen necesidades, aficiones, posibilidades. Justamente de ese crisol operativo puede salir la respuesta precisa para un consumidor que piensa muy bien antes de invertir un peso, que investiga, busca opiniones y comentarios. En esta diversidad, las empresas deberán enfocarse en entender las características de cada grupo. Y en el caso particular de las mujeres, sobre todo de aquellas que tienen niños o adultos mayores a cargo, entender esa exigencia, flexibilizando horarios, estableciendo objetivos, monitoreando resultados. No caigamos en lo que se conoce como She Cession (recesión de las mujeres) porque no sería justo ni tampoco conveniente: perderíamos una enorme riqueza operativa.
Este tiempo donde las comunicaciones permiten el trabajo a distancia, donde ya funciona el management real time nos acerca a una forma muy diferente de gestionar. Incorporar estos tres parámetros irá acercando a nuestras empresas a los esquemas que marcarán la productividad en ese futuro que es mañana a la tarde. El líder deberá pensar y pensarse.
